Historia vitícola de Renacimiento de la isla soleada de Hvar
La isla de Hvar también la llaman la isla soleada. Los navegantes la adoran y debe su encanto a las bellezas naturales, a las bonitas pequeñas ciudades junto a la mar y a la gastronomía insular maravillosa. Una parte de este mosaico irresistible forman también los vinos locales que en Hvar pueden jactarse de su reconocimiento y de su autenticidad. Los viticultores de Hvar fueron primeros en Croacia quienes hayan dado un paso al frente hacia la calidad superior que hoy en día es la característica de numerosos productores pequeños de esta región.
Hablando de vino, la isla de Hvar se divide en la parte meridional soleada, con las cuestas espectaculares que a veces parecen como si vayan patinar al mar sobe que se elevan, y la parte septentrional, dominada por llanura de Stari Grad.
Otra parte de la isla es algo diferente. Aunque la ciudad de Hvar sea muy interesante a los navegantes, hoy en día son muchos los que se dirigen hacia Stari Grad, Jelsa y Vrboska, que no nos extraña. En la parte septentrional de Hvar todavía se pueden encontrar las tabernas tradicionales, abiertas a todos los transeúntes, dentro de las cuales el tiempo se detuvo y donde se guardan los secretos familiares de producción del vino.
La rareza de nivel mundial es la llanura fértil cercada de piedras secas, que forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO, detrás de Stari Grad, donde desde hace más de 2400 años se cultiva, ente otros la viña.
La marina ACI en Vrboska, que de cariño se llama la Venecia pequeña, así como la zona costera en Jelsa, son una opción ideal para amarrar el barco durante el verano. Muchas explotaciones familiares de esta parte de la isla decidieron modernizar los métodos de fabricación de vino y mejorarlos hasta alcanzar el estándar de los clientes habituados a lo mejor.
Antes de largar las velas, tiene otra posibilidad interesante, es decir, dejar el barco amarado durante unas horas y dirigirse a través el túnel hacia la ya descrita parte meridional de la isla.
Las uvas plavac, complejas pero también armoniosas, desde la parte meridional de Hvar hasta Zavala, y aún más lejos, son «culpables» de la gloria que propaga el nombre de la isla de Hvar y Usted tiene la oportunidad de verlas de su perspectiva y de comprender su origen.